En esta entrada se realiza una recopilación de lecturas relacionada con la programación fetal.  Se comienza con una introducción, para aseguir con la bioquímica pre y peri natal y el fenómeno de la rpogramación fetal detallando ejemplos, factores ambientales, programación y función fisiológica, programación celular y tejidos susceptibles ala variación.

Introducción

Fuente: Libro del Dr.Lipton “La biologia de las creencias”, cap.7 – Paternidad responsable, los padres como ingenieros biológicos.

Sin duda habrás escuchado ese atractivo argumento que asegura que una vez que los padres les transmiten los genes a su descendencia pasan a un segundo plano en las vidas de sus hijos, lo único que tienen que hacer es evitar abusar de sus hijos, alimentarlos y vestirlos, y esperar a ver hasta donde les lleva la programación genética. Esta idea permite que los padres continúen con su vida tal y como era antes de tener hijos: pueden dejar a sus hijos sin problemas en las guarderías o en manos de niñeras. Es una idea de lo más atractiva para los padres ocupados o para los perezosos.

También resulta atractiva para los padres como yo, que tenemos hijos biológicos con personalidades radicalmente diferentes. Solía pensar que mis hijas son distintas porque habían heredado genes diferentes en el momento de la concepción: una selección aleatoria en la que ni su madre ni yo tomamos parte. Después de todo, creía yo, habían crecido en el mismo ambiente, así que la causa de sus diferencias debía estar en su naturaleza ( en sus genes).

Ahora sé que la realidad es otra. Las ciencias vanguardistas confirman lo que las madres y los padres bien informados han sabido siempre: que los padres si importan, por mucho que algunos superventas traten de convencernos de lo contrario. Para citar al doctor Thomas Verny, un pionero en el campo de la psiquiatría pre-peri natal: “los descubrimientos expuestos en la literatura elaborada por expertos a lo largo de décadas establecen mas allá de toda duda que los padres ejercen una influencia abrumadora sobre los atributos físicos y mentales de los hijos durante su desarrollo”( Verny y Kelly, 1981)

Otro de los pioneros en psicología pre y perinatal, David Chamberlain, escribió en su libro ” La mente del bebé recién nacido: una nueva dimensión de la conciencia humana a través de la experiencia del nacimiento”. La verdad es que muchas de las creencias que albergamos sobre bebes son falsas. No son seres sencillos, sino complejas criaturas sin edad con una asombrosa cantidad de pensamientos ( Chamberlain, 1998).

Estas complejas y diminutas criaturas tienen una vida prenatal en el útero que influye profundamente en la salud y el comportamiento que tendrán a lo largo de su vida. El doctor Peter W.Nathanielsz en su libro “Life in the Womb: The origin of Health and Disease” escribió: la calidad de vida en el útero, nuestro hogar antes de nacer, establece nuestra susceptibilidad a las enfermedades coronarias, a los infartos, a la diabetes, a la obesidad y a otras muchas enfermedades durante la vida posterior. Cada vez son más las pruebas que demuestran que las condiciones in útero tienen tanta importancia como los genes a la hora de determinar cuál será el desarrollo mental y físico durante la vida.

La respuesta de los individuos a las condiciones del ambiente que perciben sus madres antes del nacimiento les permite optimizar su desarrollo genético y fisiológico mientras se adaptan al ambiente previsto. La propia plasticidad epigenética del desarrollo humano puede tener malos resultados y conducir a todo un despliegue de enfermedades crónicas que se manifestarán en la edad adulta si un individuo sufre una nutrición insuficiente y circunstancias adversas en su entorno durante los periodos fetal y neonatal de su desarrollo ( Bateson, et al., 2004).

Las investigaciones revelan que los padres actúan como ingenieros genéticos con sus hijos durante los meses previos a la concepción. En las etapas finales de la maduración del ovulo y del espermatozoide, se ajusta la actividad de los grupos de genes específicos que darán forma al niño que esta por nacer mediante un proceso llamado impresión genómica ( Surani,2001;Reik y Walter,2001). La investigación revela que los acontecimientos de la vida de los padres influyen en la mente y el cuerpo de su hijo, una idea espeluznante si se tiene en cuenta que la mayoría de las personas no está preparada para tener hijos.

Verny ( Pre-Parenting: Nurturing Your Child from conception): existe una gran diferencia entre los hijos concebidos por amor, por odio o por tédio; importa incluso si la madre desea quedarse embarazada o no..los padres lo hacen mejor cuando viven en un entorno tranquilo y estable, libre de adicciones, y cuentan con el apoyo de la familia y los amigos. Curiósamente, las culturas aborígenes conocen la influencia del ambiente en la concepción desde hace milenios. Antes de concebir un hijo, las parejas purifican mente y cuerpo en un rito ceremonial.

Existe un impresionante grupo de investigación que está estudiando la importancia de la actitud de los padres en el desarrollo del feto tras la concepción. Una vez más, Verny dice: “de hecho, el enorme peso de las evidencias científicas que han surgido durante la última década exige que reconsideremos las capacidades físicas e intelectuales de los nonatos”. Tanto si están dormidos como despiertos, los estudios revelan que perciben constantemente los actos, los pensamientos y los sentimientos de su madre. Desde el momento de la concepción, las condiciones in útero moldean el cerebro y establecen las bases de la personalidad, el temperamento emocional y la capacidad del pensamiento lógico del niño.

Las madres y los padres son responsables de la concepción y del embarazo, aun cuando sea la madre quien lleva al hijo en su vientre. Lo que hace el padre afecta profundamente a la madre, lo que a su vez afecta al hijo en desarrollo. Por ejemplo, si el padre se marcha y la madre comienza a preguntarse cómo saldrá adelante, su marcha cambia por completo la interacción entre la madre y el feto. De forma similar, los factores sociales como la falta de empleo, el alojamiento, la asistencia médica o las interminables guerras que hacen que los padres se alisten en el ejército, pueden afectar a los progenitores, y por tanto, al niño.
El niño en vías de desarrollo recibe mucho más que nutrientes a través de la placenta, como por ejemplo los excesos de glucosa si ésta padece Diabetes o de Cortisol si sufre una situación de estrés cronificada (ansiedad-depresión).
Hoy en día las investigaciones ofrecen una nueva visión sobre el funcionamiento del sistema. Si la madre padece estrés, se activa su eje HPA, lo que desencadena la respuesta de huida o lucha en un entorno amenazador.

Las hormonas del estrés preparan el cuerpo para la respuesta de protección, quedando inhibida la de crecimiento, y estas señales penetran en el torrente sanguíneo fetal alcanzando los músculos y el cerebelo para aportar los nutrientes requeridos por las extremidades y la región del cerebro responsable de los comportamientos reflejos que nos mantienen con vida. Al apoyar la función de los sistemas encargados de la protección, se restringe el aporte sanguíneo de las vísceras y las hormonas del estrés inhiben la función del cerebro anterior. El desarrollo de los tejidos y órganos fetales es proporcional a la cantidad de sangre que reciben y la función que desarrollan. Cuando atraviesan la placenta, las hormonas de una madre que padece ansiedad crónica alteran profundamente la distribución del aporte sanguíneo del feto y cambian las características del desarrollo de la fisiología de su hijo ( Lesage,et al,2004; Christensen, 2000; Arnsten, 1998; Leutwyler, 1998; Sapolsky 1997; Sandman,et al, 1994).

En la Universidad de Melbourne, la investigación llevada a cabo por E.Marilyn Wintour en ovejas ( que psicológicamente son bastante parecidas a humanos) ha revelado que la exposición pre-natal al cortisol conduce a la postre a una elevada presión sanguínea ( Dodic,et al, 2002). Los niveles de cortisol fetal juegan un papel capital en el desarrollo de las unidades de filtración renales, las nefronas. Éstas están involucradas en la regulación del balance salino corporal y, por tanto, son muy importantes en el control de la presión sanguínea o tensión arterial. El exceso de cortisol producido por una madre estresada modifica la formación de las nefronas del feto. Un efecto adicional del exceso de cortisol es el cambio desde el estado de crecimiento al de protección, que se produce tanto en la madre como en el feto. Como resultado, el efecto inhibidor del crecimiento por exceso de cortisol en el útero provoca que los niños nazcan más pequeños.

Las condiciones poco óptimas en el útero que dan como resultado niños de menor peso se han relacionado con un buen número de enfermedades de la edad adulta que Nathanielsz reseña en su libro” Live in the Womb”, entre las que se incluyen Diabetes,, enfermedades cardiacas y la obesidad. El doctor David Barker de la Universidad de Southampton ha descubierto, por ejemplo, que cuando un varón pesa menos de 2,5 Kg en el momento del nacimiento tiene un 50% más de posibilidades de morir a causa de una enfermedad cardiovascular que uno que pese más al nacer. Los investigadores de Harvard han descubierto que una niña que pese menos de 2,5 Kg en el momento del nacimiento, tiene un 23 % más de posibilidades de sufrir enfermedad cardiovascular. David León de la Escuela Médica de Higiene y Medicina Tropical de Londres ha descubierto que la diabetes es tres veces más común en los varones de sesenta años que nacieron pequeños y delgados.
La importancia que se otorga recientemente al ambiente prenatal se extiende hasta el estudio del coeficiente de inteligencia (CI), un rasgo que los deterministas genéticos y los racistas creían dependiente de los genes.

En 1997, Bernie Devlin, un profesor de psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburg, analizó cuidadosamente 212 estudios previos que comparaban el coeficiente de inteligencia de varios grupos de gemelos, de hermanos y de padres e hijos. Llegó a la conclusión de que los genes suponían sólo un 48% de los factores que determinan el coeficiente de inteligencia, y cuando se tienen en cuenta los efectos sinérgicos de la mezcla de los genes maternos y paternos, el componente de inteligencia heredado baja aun mas, hasta un 34% ( Devlin, et al, 1997; McGue , 1997).

Devlin descubrió también que las condiciones ambientales influían de forma muy significativa en el coeficiente de inteligencia. Revelaron que casi un 41% del potencial de inteligencia de los niños está regulado por factores ambientales. Los estudios previos ya habían descubierto que beber y fumar durante el embarazo podía disminuir el CI de los niños, al igual que la exposición al plomo durante el desarrollo uterino. Los cambios en el coeficiente intelectual no son accidentales; están relacionados directamente con las alteraciones del flujo sanguíneo en el cerebro que padece estrés.

En conclusión, los genes son modulados, dirigidos y adaptados por las experiencias adquiridas en el entorno.

Bioquímica pre y peri natal- Programacion fetal

Fuente: Whitaker RC, Dietz WH. Role of the prenatal environment in the development of obesity. J.Pediatrics 1998;132: 768-76

Los factores maternos son tan importantes que su disfunción no solo puede alterar el crecimiento uterino sino también cambiar la llamada “programación genética fetal” en el sentido de producir alteraciones funcionales en el feto, que posteriormente pueden tener repercusiones sobre la expresión de patología durante la infancia, adolescencia y vida adulta. En este sentido se ha señalado la asociación de retraso de crecimiento intrauterino con retraso de crecimiento postnatal, con insulino-resistencia, diabetes mellitus tipo II e hipertensión arterial en el adulto. Por el contrario, el sobrepeso fetal se ha asociado con hipoglucemia neonatal y con el desarrollo de poliquistosis ovárica y obesidad en la edad adulta.
Alcanzar al final de la gestación un desarrollo adecuado, no solo es necesario para una adaptación normal a la vida extrauterina en el periodo neonatal inmediato, sino también para un desarrollo postnatal normal durante la infancia, adolescencia y vida adulta. El retraso del crecimiento intrauterino puede asociarse con retraso del crecimiento postnatal-como se ha dicho- y con cambios metabólicos y de composición corporal, que pueden estar en el origen del síndrome metabólico adulto.

Fuente: Lane RH, Maclean NK, Daood MJ et al. “ INGR alters post-natal rat skeletal muscle peroxisome proliferator-activated-receptor ( gamma) coactivator 1 gene expression in a fiber specific manner».PEdiatr Res 2003; 19: 45-8

Estudios recientes han demostrado que alteraciones en la expresión de dicho gen en el tejido muscular ( Factor de transcripción coactivador 1 del receptor gamma proliferador de peroxisomas) han derivado en un retraso del crecimiento intrauterino
Este factor de transcripción es clave para la expresión de un gran número de genes para enzimas implicadas en el metabolismo de los lípidos y en la actividad Carnitina-palmito-transferasa.
Más recientemente, una reducción en la actividad de la enzima 11 beta-hidroxiesteroide deshidrogenasa 2 placentaria, que transforma el cortisol en cortisona, ha sido descrita en embarazos con retraso del crecimiento intrauterino y se ha implicado como responsable de insuficiencia suprarrenal neonatal

El fenómeno de la programación fetal

Fuente: Kajantie E, Dunkel L, Turpeinen U, et al.Placental 11 beta-hydroxiesteroid-deshidrogenasa 2 and fetal cortisol/cortisone shuttle in small preterm infants. J. Clin Endocrinol Metab 2003; 88: 493-500.

Durante el desarrollo hay periodos críticos diferentes para según qué tejidos, y vulnerables a condiciones sub-óptimas. La rápida división celular es un alto riesgo. Factores que aumentan el riesgo:

a) Una concentración mayor o menor de bio-moléculas, sean hormonas o nutrientes.
b) Presencia de sustancias tóxicas
c) Valores fisiológicos anormales como la H.T.A.


La programación fetal tiene efectos permanentes que alteran las respuestas en la vida adulta, pudiendo modificar la susceptibilidad a padecer enfermedades. El desarrollo fetal es una actividad dependiente de su evolución y la placenta juega un papel esencial en la programación.
Un ambiente desfavorable para el feto comporta que éste deba compensar las deficiencias; esta compensación comporta un desgaste que deteriora el potencial de salud del futuro adulto.


Los mecanismos celulares del feto se diferencian a los del adulto afectándole más. Los efectos de programación pueden pasar de generación en generación mediante mecanismos que no implican cambio alguno en los genes. La programación está sujeta a genero. La primera vez que se hablo tímidamente de la programación de la salud y enfermedad fue en 1964, cuando ROSE vio el riesgo existente de enfermedad de corazón isquémica casi 2 veces mayor en personas con una dieta característica durante sus primeros años de vida.
1967 Forsdahl vio entre noruegos el riesgo de mortalidad cardiovascular tanto en adultos como en niños que vivían en iguales condiciones.

Fuente:Forsdahl S( 1967) British Journal of Preventive and Social Medicine 31, 91-95.

En los años 80 aumentó el interés en el campo de la medicina, cuando estrechas relaciones entre los eventos de la vida intrauterina y la mortalidad cardiovascular salían a la luz.
Gran numero de estudios de Huxley et al. 2002, sugieren que la exposición a diversos factores durante la vida fetal y su inmediata postnatal, predispone o programa al individuo a una serie de enfermedades específicas en la vida adulta. ( Huxley R, 2002. Lancet 360; 659-665).
La primera persona que definió el concepto de programación en el área de la Biologia humana y la salud fue Alan Lucas, 1991 ( “Programming by early nutrition in man” Bock GR, Whelan J. The Chilhood Enviroment and Adult Disease.John Wiley & Sons, Chichester, UK, pp.38-55).
Él escribió que la programación es una respuesta al ambiente. Cuando el feto neonato es expuesto a un inusual ambiente durante su fase rápida de crecimiento, las respuestas adaptativas resultantes se vuelven permanentemente fijas en el tiempo. En términos de salud, y años mas tarde, los efectos de la programación se han definido como una irreversible mala adaptación que resulta en un detrimento de la función o longevidad orgánica.

Ejemplos

Beach et al., realizado en 1982. cuando una dieta deficiente en zinc en una población de ratas, tuvo graves consecuencias en la salud durante 3 generaciones seguidas. Los descendientes tuvieron problemas en las funciones inmunes durante su vida adulta. Beach Rs, Gershwin ME, Hurley LS(1982). Science, 218; 469-71
En términos de evolución, este concepto es compatible con el modelo Lamarkiano según Humphreys en 1996, donde las características adquiridas se transmiten en las siguientes generaciones. Estas adaptaciones surgen durante el desarrollo fetal y son transmitidas a las siguientes generaciones mediante mecanismos epigenéticos, según el experimento de Beach et al.en 1982, y confiere una ventaja en la supervivencia, que permite tener rápidos cambios en la población con una adquisición adaptativa de las características.


Los críticos periodos del desarrollo son los períodos esenciales de rápida división celular en el tejido. Las células de los mamíferos tienen la capacidad de limitar su número de división antes de alcanzar el momento en que su replicación es inviable o que sean iniciados mecanismos apoptóticos principales de la célula, según Jennings BJ..(2000) Nutrition, oxidative damage, telom.


En los humanos ocurren 42 vueltas en la división celular antes de nacer, y la mayoría de los órganos se desarrollan en el útero. En otras especies la división celular ocurre antes y después de nacer. Es científicamente aceptado que los periodos críticos de programación están relacionados con los periodos de división celular, y por eso en el hombre, coinciden con el desarrollo fetal.


Está muy demostrada la relación del desarrollo del páncreas y la programación a largo plazo del metabolismo de la glucosa ( Snoeck et al.1990; Dahri et al.1991)
Los mismos periodos críticos de la programación en la futura fisiología y el riesgo de la enfermedad no se aplican a todos los órganos del animal. En humanos, algunos de los órganos experimentan una diferenciación temprana en el tiempo y un crecimiento en las primeras fases del desarrollo.


En las 6 semanas del embrión por ejemplo, rápidamente tiene latidos en las 4 cámaras del corazón. Los órganos que se desarrollan de manera temprana son aquellos que requieren una funcionalidad crítica durante la vida fetal, como corazón, hígado y cerebro. Otros sistemas como riñón, pulmón o sistema inmune, no tienen funciones esenciales en la fase fetal, por tanto experimentan un rápido desarrollo al final de la gestación, preparándose para la salida a la vida extrauterina.

Agentes ambientales

Es importante averiguar cómo afectan componentes que tienen su origen en el ambiente sobre la programación del desarrollo fetal.
Un claro ejemplo son los componentes fito-estrógenos de la dieta que tienen implicaciones en la etiología de trastornos reproductivos en el hombre.
En 1999, Toppari y Skakheback vieron que hormonas presentes en alimentos tenían substancias que comportaban cambios en el sistema endocrino del adulto.
“environmental hormone disruptors and their potencial impact during development”
In: O´Brien PMS, Wheeler, T, Barker DJP. Fetal programming Influences of disease in Later Life”- RCOG Press; London pp.


Muchos de éstos agentes actuaban como agonistas de hormonas, provocando una estimulación inapropiada del metabolismo, cuando otros tenían efectos antagonistas inhibitorios.
El Vinclozolin, funguicida utilizado en producción de frutas, se sabe que tiene unas propiedades anti-androgénicas; y estudios en ratas que tuvieron exposición prenatal, tuvieron efectos afeminados en machos descendientes, según Gray(Gray et al. Toxicology an Applied pharmacology”- 129, 46-52. “ Developmental effects of an environmental anti-androgens: the funguicide Vinclozolin alters sexual differentiation in the male rat”). No hay evidencias en fetos humanos expuestos al mismo compuesto, pero según Zober et al.(1995) sí han surgido anormalidades testiculares en adultos humanos expuestos a ello. ( Zober A, Hoffman G, Ott MG (1995) Study of morbility of personnel with potential exposure to vinclozolin. Occupational environmental medicine.52, 233-41)


Los agentes estudiados han sido los fertilizantes y pesticidas de la agricultura, el uso de contraceptivos orales y el uso frecuente de plásticos en el almacenaje y preparación de la comida.


El efecto esencial de estos agentes endocrinos y otros, es el IMPACTO similar a los químicos llamados teratógenos (ej. Talidomida).
La mayoría de los estudios describen procesos de enfermedad en la programación asociándolos con una reducción en el número funcional de unidades en el propio órgano, y una alteración de la estructura del órgano en concreto( por ejemplo, el estudio de Snoeck et al.en 1990 o de LAngley-Evans, en 1999)
Cambios en la programación fetal están relacionados con una respuesta a una señal de peligro fisiológica de estrés in útero. La programación fetal(PF) es una respuesta adaptativa de las condiciones que prevalecen en el útero. Durante la programación, el feto se rodea de un ambiente hostil y con una vulnerabilidad máxima.


Según Hales, las respuestas adaptativas durante una sub-nutrición materna u otros factores adversos durante la vida intrauterina, se pueden definir como un “fenotipo económico”(Hales y Barker, 2001). British M para sobrevivir en un ambiente precario .Medical Bulletin 60, 5-20.


En el contexto de la programación, la Diabete NID por ejemplo, el feto con desnutrición adquiere este fenotipo económico. Cambios en la actividad metabólica general, y en particular en el aumento de la glucosa, que ayuda al feto a sobrevivir inmediatamente. La persistencia de éstas adaptaciones metabólicas para economizar, o utilizar los substratos mas eficientemente, es una ventaja para sobrevivir en un ambiente precario.


Estas ventajas incrementan la posibilidad de que el individuo sobreviva y, además, garantiza que sus próximas generaciones adquieran las ventajas metabólicas.

Programación y función fisiológica

Todos los órganos y tejidos están especializados en determinadas funciones y esto se ve reflejado en sus estructuras celulares. En el pulmón, por ejemplo, los alvéolos están dotados de células epiteliales tipo I, para disponer de una mínima barrera a la difusión del oxígeno. Estas células tienen una baja capacidad para las funciones metabólicas y hacen de soporte para unas pocas células pero más activas, las células tipo II; éstas son más largas y tienen una menor facilidad de intercambio de oxígeno.


El número de células en cada órgano es concreta y precisa, y determina la habilidad de los órganos para realizar su función. Cada órgano tiene una capacidad máxima para realizar su función, determinado tipo y número de células en las estructuras funcionales presentes.
Para la mayoría de los órganos, la mayor parte del porcentaje de la capacidad funcional máxima, se establece antes del nacimiento y su capacidad continua incrementando a medida que dura su infancia.

Programación celular

Los procesos de programación comportan cambios adaptativos en el número de células, el tipo de células y las señales y respuestas celulares. Los cambios programados en el número de células hace que se modifique la capacidad funcional del órgano, un claro ejemplo es la reducción de células beta del páncreas, causada por una restricción de la dieta durante el embarazo y la lactancia, estudio realizado por Snoeck et al 1990 ( Biology of the neonate 57, 107-108)
Esto provocó respuestas equivocadas de la insulina frente a la glucosa, hecho que predisponía a la enfermedad.
La modificación en el tipo de células, también modificaría la funcionalidad del órgano (Machaud y Langley-Evans ( 2001) intrauterine programming of nephron number: the fetal flaw revisited. Journal of Nephrology 14, 327-31).


El desarrollo del embrión consiste en una serie de células precursoras con capacidad de tener determinados destinos, y la imposición de estímulos durante el desarrollo crítico abre la posibilidad de que existan determinadas líneas celulares en lugar de otras. Kwong et al (2000) “ Maternal undernutrition during the pre-implantation period of rat development causes blastocyst abnormalities and programming of post-natal hipertensión.development 127,4195-4202.


Hay que tener en cuenta que estos cambios endocrinos modifican la expresión del amplio rango de genes fetales. A veces estos cambios tienen una vida corta y se modifican de manera permanente, como es el caso bien estudiado-en experimentos con animales- de las hormonas, las cuales están permanentemente sobre-reguladas durante periodos de desnutrición pre-natal. Bertrand et al.2001 y SAhajpal y Ashton 2003, han estudiado mucho la variación hormonal.

Tejidos susceptibles a la variación

Hay tejidos y órganos que son vulnerables como dianas de la programación. Esto se ha evidenciado en muchos estudios con animales y humanos, ya que cuando el feto está sometido a señales in útero del riñón y páncreas por adaptaciones estructurales, resulta en una predisposición a enfermedades en la vida adulta.
Estudiado por varios autores como Snoeck et al.1990; Dahri et al.1991; HInchcliffe et al.1992; Langley-Evans et al.1999; Manalich et al.2000.
Cuando los tejidos sufren fases de rápida división celular e incrementan su talla o sufren fases de diferenciación, esto determina el perfil de las células presentes en una estructura madura, es el momento en que el órgano/tejido es más vulnerable a cualquier exposición adversa.


Hay muchas evidencias que demuestran que durante el desarrollo de la mayoría de los órganos es cuando pueden ser influenciados por factores nutricionales, estrés hormonal u otros factores en la vida fetal. En el cerebro, el número de neuronas presentes, sus estructuras neuronales, son perturbadas en su vida temprana por fluctuaciones en la ingesta de nutrientes por parte de la madre en su embarazo, según Plagemam et al.2000.
Según Gale et al(2001) y Mehla et al(2002) hay complejas interacciones entre la genética, la dieta en la vida post-natal y factores de programación que determinan un contenido mineral en los huesos y el riesgo a padecer fracturas de osteoporosis. Hay evidencias de que la programación durante la vida fetal y/o neonatal contribuye a padecer al individuo o a la población, un riesgo mayor de enfermedades.